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Las cosas que debes hacer antes de adelgazar

1. Mastica almendras cuando tengas hambre. Cuando te dé el “ataque” de hambre, prueba a masticar almendras entre 25 y 40 veces y verás como se te pasa. En un estudio realizado en California se ha demostrado que al masticar concienzudamente 55 g de almendras (dos puñados) se retrasa la sensación de hambre hasta dos horas y aumenta la saciedad. La razón parece estar en que al masticar bien se liberan las grasas poliinsaturadas del fruto seco, que al pasar a la sangre parece disminuir los niveles de insulina y de las hormonas del apetito como el GLP-1 (Péptido similar al Glucagón). Siempre puedes llevar contigo una bolsa de almendras crudas sin tostar, salar ni pelar para tus ataques de ansiedad.

2. Come alcachofa. Las sustancias prebióticas como la oligofructosa y la inulina aumentan la pérdida de peso. En un estudio realizado en la Universidad de Calgary, encontraron que las fibras prebióticas producían niveles más bajos de hormona grelin, la del hambre, y niveles más altos del péptido YY en el intestino, una hormona que se asocia a la sensación de saciedad. Así que busca inulina y oligofructosa en alimentos como la alcachofa, achicoria, cebolla, puerro, ajo, plátano, alcachofa, jícama o nabo mexicano.

3. Desnatados siempre que puedas. La leche desnatada en vez de leche entera te ahorra 30 calorías por 100 gramos de leche cada vez; el yogur desnatado te ahorra 35 calorías frente al yogur entero y así en quesos y lácteos. Aunque te parezca poco, a lo largo de la semana estos cambios se convierten en menos gramos de grasa.

4. Ciruelas pasas para merendar. Un picoteo de ciruelas secas consigue suprimir las ganas de dulce y ayuda llenarte para no llegar a la cena con hambre. En montaña y ciclismo de carretera ya lo sabían y es muy tradicional llevar este alimento en la mochila o en el maillot pero ahora lo han demostrado los científicos de la Universidad Estatal de San Diego, al comprobar como los niveles de glucosa e insulina en plasma eran más bajos después de comer un snack de 238 calorías con ciruelas pasas en vez de un bocadillo de pan blanco de igual valor energético. Además el consumo de ciruelas pasas favorece el movimiento intestinal por sus propiedades laxantes y evita el estreñimiento, así también evitas la hinchazón abdominal y reduces cintura.

5. Da sabor con chile y curry. La curcumina es un pigmento natural que da color amarillo a la especia cúrcuma, uno de los ingredientes del curry utilizado en cocina india. La capsaicina es otro ingrediente que da el color rojo al pimiento y/o chile. Estas dos sustancias han demostrado en varios estudios un efecto anti-obesidad, sobre el metabolismo de los lípidos en las células de la grasa o adipositos. La capsaicina incluso llega a inhibir el crecimiento de estas células y provocar su muerte por apoptosis. Los investigadores han encontrado pruebas en laboratorio de que estos ingredientes llegan a inducir una disminución del peso corporal y de la masa grasa, previenen la diabetes y las complicaciones de la obesidad.

6. 5 leches al día. Un estudio realizado en La Universidad de Tecnología de Curtin en Australia ha demostrado que el consumo de 3 a 5 porciones de leche o lácteos como queso o yogur desnatados al día, mientras se sigue una dieta baja en calorías, puede acelerar la pérdida de peso. Las personas que tomaban más lácteos no sólo perdían más kilos, también perdían más grasa, especialmente grasa abdominal. La explicación parece estar en el alto contenido en proteína, calcio y vitamina D de los lácteos, ingredientes con efectos saciantes. Así también lo ha encontrado otro estudio de la Universidad de Minnesota que al aumentar la ingesta de vitamina D también se perdían más kilos durante una dieta para adelgazar. Y si aún no te lo crees, otro estudio de la Universidad de Boston asocia el mayor consumo de lácteos en adolescentes, con 3 a 4 porciones al día, con menores niveles de grasa corporal subcutánea.

7. Empieza el día con zumo de arándanos. El zumo de arándanos azules ayuda a reducir la ingesta de alimentos, el peso corporal, mejora la resistencia a la insulina, previene la diabetes y la hipertensión. Esto es lo que dicen los investigadores de la Universidad de Montreal que han alimentado a ratones con el zumo fermentado de arándano azul. El efecto más significativo estaba en la reducción de los niveles de glucosa en sangre en los ratones diabéticos, parece que por la inversión de la hormona adiponectina que regula procesos metabólicos que pueden producir obesidad.

8. Ponte a dieta de tele. Reducir el tiempo de tele de 3 horas a la mitad conduce a la pérdida de 600 gramos después de 3 semanas, según un estudio estadounidense en el que comprobaron como al dejar de ver la tele las personas no sólo son más activas, también comen menos alimentos clóricos.

9. Haz de tu fitball tu sillón favorito. El sofá es otro de los culpables de acabar convirtiéndote en una patata, por eso lo mejor es no sentarse, y menos tumbarse. Siempre que puedas, siéntate en un fitball, no sólo te lo agradecerá la espalda y los abdominales, además estarás consumiendo calorías pues tus músculos están activos para mantenerte erguido y en una posición equilibrada. Y más ventajas, ¡es más barato que un sofá, y no pasa nada si se mancha!

10. Limpia cristales. Dentro de las actividades domésticas, limpiar cristales es de las que más gasto calórico provoca. Así que la próxima ves que veas una mancha en tu ventana, ponte a limpiarla, no sólo quemarás más grasas, además aplícate el Feng Shui en casa porque tener los cristales te ayuda a que entre energías positivas en tu vida.

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