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Cinco películas inspiradas en Buenos muchachos, que cumple 30 años este otoño

Cinco películas inspiradas en Buenos muchachos, que cumple 30 años este otoño

Fotografía de LERMAKOVAS en Unsplash

Pasará a la historia del cine como una de las mejores películas de gánsteres jamás rodadas. Buenos muchachos (Goodfellas) cumple 30 años este otoño. Han pasado tres décadas desde que Martin Scorsese reuniera a Robert De Niro, Ray Liotta y Joe Pesci para explicar la increíble historia de Henry Hill Jr. con un apasionante largometraje de casi tres horas.

La película inspiró a toda una generación de escritores y directores, cosa que puede apreciarse en múltiples obras rodadas posteriormente. Incluso Los Soprano, una de las series de TV más exitosas de la historia, contó con varios actores de Buenos muchachos en su elenco. A continuación presentamos cinco filmes que se inspiraron directamente en este clásico de Scorsese.

 

Inhala (Blow)

 

Inhala cuenta la historia del boom del tráfico de cocaína entre América Latina y los Estados Unidos en los años 70 y 80. Aunque los personajes no son tan mafiosos, su comportamiento es igual de violento, por lo que abundan las guerras por los suministros, los secuestros y las discusiones acaloradas.

Si rascamos un poco en la superficie de esta fantástica película, descubriremos elementos inspirados en Buenos muchachos. Por ejemplo, el auge y la caída a lo largo de varias décadas del personaje principal, inspirado en hechos reales; los famosos saltos en el tiempo de la película de Scorsese; e incluso una banda sonora similar, con auténticos clásicos del rock en muchas escenas.

Para quedar convencidos, basta con que nos fijemos en que quien interpreta al padre de George Jung (Johnny Depp) es, exacto, el propio Ray Liotta, protagonista de Buenos muchachos.

Esto no quiere decir que la película no brille con luz propia. De hecho, fue uno de los filmes más populares de 2001 y tiene una gran aceptación entre los aficionados al cine negro. Ahora bien, como todas las grandes obras de arte, se inspira en los maestros.

Casino

 

Es muy probable que nos preguntemos cómo es posible que una película se inspire en otra dirigida por la misma persona, pero el hecho es que Buenos muchachos le sirvió a Martin Scorsese para ver lo bien que funcionaba la pareja De Niro y Pesci y para confirmar la popularidad de las películas de gánsteres entre el gran público.

Con estas premisas llegó Casino en 1995, una historia basada en la vida de dos personajes desbordantes: Sam Rothstein (De Niro) y Nicky Santoro (Pesci). Santoro está en la lista negra de los casinos de Las Vegas, un sitio normalmente reservado para borrachos problemáticos o jugadores que cuentan cartas, aunque él aparece por repartir palizas a diestro y siniestro. Rothstein necesita su protección para poder blanquear los beneficios de su casino mafioso, el Tangiers, por lo que crean una sociedad que causará grandes dosis de sangre, sudor y lágrimas.

El resultado es un relato interesantísimo sobre la relación de la mafia con Las Vegas, por el que Sharon Stone fue galardonada con un Óscar por su brillante interpretación de Ginger. Con el paso del tiempo, la película ha ido creciendo en popularidad y hasta la crítica la considera más completa que la propia Buenos muchachos.

Perros de la calle

 

Al ver Perros de la calle, con sus ingeniosas charlas entre criminales mezcladas con escenas violentas, uno tiene la sensación de haber visto ese tipo de humor en otras películas anteriores. Ello se debe a que Quentin Tarantino se enamoró de los diálogos de Buenos muchachos y pensó que sería divertido incluir algo así en su película.

Los personajes de ambos filmes suelen hacer comentarios divertidos sobre cosas triviales del día a día. Por ejemplo, las quejas del Sr. Rosa sobre las propinas en Perros de la calle recuerdan a los enfados de Tommy por cualquier tontería o al cabreo de Henry con su madre por no hablar más durante las comidas en Buenos muchachos.

Scorsese sabe lo importante que es usar la comedia para dar vida a los personajes, un concepto que Tarantino ha aplicado en sus ingeniosos y salvajes diálogos a lo largo de toda su carrera.

 

Tiempos violentos (Pulp Fiction)

 

En efecto, otra película de Tarantino, pero aquí nos fijaremos en otra influencia clave: Buenos muchachos fue una de las primeras películas en avanzar y retroceder en el tiempo para explicar diferentes etapas de una historia. Y es que a Scorsese no le parecía tan importante que los hechos se explicaran en estricto orden cronológico.

En Tiempos violentos, Tarantino eleva estos saltos en el tiempo a otra dimensión, hasta el punto de dejarnos un tanto mareados. A menudo, el salto nos deja de repente en mitad de un momento dramático, lo que produce un efecto muy potente.

A ambos directores les gusta mantener al espectador en vilo y, para lograrlo, juegan un poco con el orden de los acontecimientos.

 

Boogie Nights: juegos de placer (Boogie Nights)

 

¿Cómo podemos comparar una película de gánsteres y otra sobre el mundo de la pornografía? Paul Thomas Anderson ha profesado más de una vez su admiración por Scorsese (el sentimiento es mutuo), y en Boogie Nights vemos claramente esta influencia.

Para empezar, se repite la narrativa del auge y la caída del protagonista: Dirk Diggler (Mark Wahlberg) llega a la cima gracias a su mentor, que perfectamente podría ser Henry Hill. Cuando cree que lo tiene todo, comete un grave error y echa por la borda todo el éxito cosechado.

También cabe mencionar la gran banda sonora de Boogie Nights, la cual, gracias a canciones de grandes artistas como The Beach Boys o Marvin Gaye, transporta al espectador a los años 60 y 70 y juega con sus emociones, tal como hace el filme de Scorsese.

 

La retahíla de películas que han seguido el camino de Buenos muchachos desde su estreno en 1990 demuestran su gran influencia. Sus sólidos personajes, su apasionante argumento y su conmovedora banda sonora contribuyeron a su éxito, un éxito que no ha decaído tres décadas después. Así pues, si tenemos tres horas libres esta semana, no estaría mal volverla a ver. ¿Quién sabe? Quizás logre inspirarnos también a nosotros.