ROMÁNTICAS
- Acércate, no muerdo… a menos que me dejes.
- No te dejaré ir tan fácil (zombi obsesionado).
- Siempre te llevaré dentro de mí (zombi despachado).
- Desde que te conocí, no pienso en otra cosa más que en hacerte mía.
- Te seguiré hasta el fin del mundo, o hasta que un obstáculo se atraviese en nuestro camino.
- Tú, yo, unos tacos de lengua-tripa-sesos, no sé, piénsalo.
- Tantas mordidas te di, que en la boca llevo ya, sabor a ti (serenata zombi).
AVENTADAS
- Te voy a dejar en los puritos huesos.
- Muérdeme aquí (guiño).
- No voy a darte una mordidita, ¡voy a devorarte!
- Esto no se acaba hasta que pruebe cada parte de ti.
- Suavemente, muérdeme, que quiero sentir tus dientes, mordiéndome otra vez. ¡Dámelo! (zombi Crespo).
- Ven, devórame otra vez.
GUARRAS
- Quién fuera zombi, para comerse todo eso.
- ¿Y si aprovechamos que lo tieso no se me va a quitar?
- ¡Cóooooomeme!
- ¡Inféeeeeectame!
- Si nos mordemos y nos amamos, hay que comernos hasta arrastrarnos.
- No sé de donde salieron, pero yo sí le entraba a esas carnitas.
- Vamos a comernos eso (ellos lo inventaron).
- Cada vez que te veo, babeo más que un zombi hambriento: ¡Sabrrrrrrrrrrrosa/o!
- Mira, se me cayó ese trozo al piso ¿me lo recoges? (zombi presumido)
- Cuando nos vemos, parezco zombi con una pierna mala y tú mi víctima: yo cojo, tú gritas.
- Beso en la boca es cosa del pasado, la moda ahora es morderte un buen pedazo.
Y recuerda, si te dicen el/la zombie, que no sea por lento, sino por insaciable y ¡atascado!